“Cuiden de sí mismos y de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo les ha puesto como obispos (o sea, supervisores): pastoreen la Iglesia del Señor, que él adquirió con su propia sangre.” Hechos de los Apóstoles. 20,28.
Por ello los sacerdotes son los ministros ordenados para servir en relación con el modelo de Jesucristo, siendo los intermediarios entre Dios y la humanidad, este acto de consagración se le conoce como Sacramento del Orden Sacerdotal.
A este sacramento se le denomina orden porque la participación del sacerdocio de Jesucristo está jerarquizada en tres grados: